DILATACIÓN ENDOSCÓPICA
GASTRODUODENAL
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Es un procedimiento efectivo y seguro, que se realiza para tratar pacientes con enfermedades que causan obstrucción e impiden el paso del bolo alimentario desde la parte distal del estómago (píloro) hacia el duodeno (primera porción del intestino delgado).
Acudir al consultorio del especialista y presentar la orden médica; allí le van a programar las citas para la realización del procedimiento.
El paciente o la persona responsable recibirán información verbal y escrita sobre el procedimiento y las indicaciones para la preparación y posteriormente deben autorizarlo y firmar el consentimiento informado.
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El procedimiento se puede realizar con o sin sedación con la ayuda de un endoscopio y utilizando pequeños balones inflables de diferentes medidas.
Con el paciente acostado de lado izquierdo y bajo monitorización de sus signos vitales y dolor, el especialista introduce a través de la boca hasta la zona afectada, un instrumento en forma de tubo (endoscopio) con luz y cámara; mediante la colocación de una guía posicionada en el medio del área obstruida se procede al paso de balones dilatadores inflables de manera progresiva que van desde 6 a 20 mm de diámetro según la necesidad. Una vez posicionados los balones se inflan controlando el grado de dilatación deseada por ya sea por presión o volumen.
El procedimiento de dilatación se realiza por periodos cortos de tiempo que van desde 30 segundos a un minuto de inflado y un numero de 3 dilataciones por sesión. Habitualmente se requieren varias sesiones con intervalos de días o varias semanas, para alcanzar la dilatación deseada.
El procedimiento no se puede realizar cuando el paciente presenta alteraciones anatómicas o enfermedades de la cabeza y el cuello que impidan el movimiento de cuello y la apertura oral que limiten el uso de los instrumentos.
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Al terminar el procedimiento los pacientes sometidos a sedación se dejan en observación y monitorizado durante el tiempo necesario para una adecuada recuperación de la sedación y las molestias asociadas al procedimiento.
Por el riesgo de perforación que tiene el procedimiento, cuando hay sospecha de esa complicación, el paciente se deja en observación y se ordena un estudio radiológico con medio de contraste; de acuerdo con los resultados y la evolución del paciente el médico definirá la conducta a seguir.
El médico da la orden de salida y las indicaciones correspondientes; generalmente se recomienda reposo las siguientes 24 horas, no realizar actividades que requieran concentración como conducir, utilizar instrumentos cortantes o manejo de maquinaria y retomar la dieta con líquidos claros.
Es habitual que el procedimiento se tenga que repetir semanalmente o cada 2 semana hasta alcanzar la meta de dilatación y continuar con un plan de manejo y seguimiento.
Después de la dilatación pilórica duodenal el paciente puede presentar algunos síntomas o señales de alarma por las que se debe comunicar con el médico o consultar al servicio de urgencias: Sangrado, náuseas o vomito persistentes, vómito con sangre, dolor abdominal fuerte o calambres, abdomen hinchado o duro, dolor o crujido a nivel del cuello, dolor torácico, fiebre, dificultad para pasar alimentos o respirar, deposiciones con sangre o de color negro.
Información tomada de: http://pacientes.gastrocol.com/index.php/procedimientos
